Rush.

RUSH

Sinopsis: Retrato de la relación entre Niki Lauda y James Hunt, dos corredores de Fórmula I, cuya pasión por este deporte y su rivalidad mutua les llevó al límite de sus posibilidades. Centrada la acción en la temporada de 1976.

Crítica: Como mis conocidos saben, no soy nada apasionada por lo coches, ni por las carreras, ni por nada que tenga que ver con este tema, distingo los modelos por el color y poco más, y por esto mismo encuentro esta película apasionante. Se que parece una contradicción lo que estoy afirmando, paciencia que enseguida os lo explico. Si una película sobre Formula I es capaz de emocionarme a mi, a los que les guste minimamente el tema les va a conquistar. Está tan bien narrada que no te importa en absoluto tragarte la temporada de 1976 entera, con todas y cada una de sus carreras. Y es que, aunque vemos algo de las vidas de estos dos fieras de la automoción la acción se centra, sobre todo, en los coches.

Este es uno de esos largometrajes que te ponen la carne de gallina de emoción, una película a la que, desde mi humilde opinión, pocas cosas se le pueden reprochar, quizás que la acción pierde cierto interés cuando nos habla de la vida de ellos por separado. Pero sin duda lo que consigue es hacerte totalmente participe de la rivalidad entre los conductores, una rivalidad noble y en cierto modo respetuosa, que simplemente les hace mejores a ambos. Resultan ser las dos caras de una misma moneda, tan contrapuestos y a la vez tan parecidos. La fotografía acompaña a la acción y mucho, unos paisajes espectaculares y unas imágenes de las carreras que están cuidadas hasta el milímetro.

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Los dos actores protagonistas no podían estar mejor caracterizados físicamente, Daniel Brühl con la cara de ratilla de Niki Lauda y Chris Hemsworth con el aire de Don Juan rubio de James Hunt. Para mi lo interesante va más allá de sus caracterizaciones físicas, lo interesante es como vas conociendo a ambos personajes que es, a través de los coches, de su manera de conducirlos, competir y  tomar decisiones. Es muy interesante el hecho de que la acción no se decanta por ninguno de los dos, no hay un héroe y un villano, ambos son personajes complejos y llenos de matices.  El resto de actores no lo hacen mal pero representan roles tan secundarios que quedan totalmente eclipsados por los protagonistas.

Toda la música de los años 60 y 70 acompaña a la ambientación, canciones como I Hear You Knocking de Dave Edmunds, Dyna-Mite de Mud o Fame de David Bowie. En definitiva, el film engancha y fascina, dejándote con ganas de saber más, sin duda una de las mejores películas de Ron Howard.

Lo mejor: que consiga contagiarte esa pasión por los coches que Niki Lauda y James Hunt sentían.

Lo peor: Olivia Wilde, no transmite nada en absoluto.

¿Merece la pena ir hasta el cine? Las carreras en pantalla grande resultan más impresionantes, sin duda alguna.

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